Recursos Literarios
En todos los textos literarios, y especialmente en la poesía, se utilizan diferentes recursos literarios para reforzar los sentimientos y emociones que en ellos se expresan.
Recursos fónicos:
Figura retórica que consiste en repetir uno o varios sonidos en una palabra o frase para reforzar el contenido
Aliteración: repetición de un sonido o de varios iguales o parecidos.
El ala aleve de su leve abanico. (Rubén Darío)
Onomatopeya: aliteración que reproduce algún sonido de la naturaleza.
En el silencio sólo se escuchaba
un susurro de abejas que sonaba. (Garcilaso)
Paronomasia: similitud entre dos palabras de diferente significado.
que un hombre a hombros del miedo. (Blas de Otero)
Repetición: una misma palabra aparece varias veces.
Un año más, Señor, con tanto día,
y con minuto tanto, tanto, tanto... (López de Zárate)
Anáfora: repetición de una misma palabra al inicio de varios versos u oraciones.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo. (Miguel Hernández)
Recursos sintácticos
los recursos sintácticos se llaman así porque están vinculados con el modo en que se organiza la oración. Es decir que no “juegan” ni con los sonidos, ni con el significado de las palabras, sino que intentan aportar al texto desde el ordenamiento interno de la cláusula. A continuación presentamos un conjunto de definiciones de recursos sintácticos, acompañados de ejemplos que ayudan a entender de qué se trata:
Anáfora: repetición de una o más palabras al principio de un verso o de una frase:
“Dime, dime el secreto de tu corazón virgen, / dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra” (Vicente Aleixandre).
Asíndeton: omisión deliberada, con fines rítmicos o estéticos, de los enlaces que unen oraciones o palabras:
“Acude, corre, vuela, / traspasa el alta sierra, ocupa el llano” (Fray Luis de León).
Elipsis: supresión de alguno de los elementos de una frase:
“Por una mirada, un mundo; / por una sonrisa, un cielo: / por un beso... ¡Yo no sé qué te diera por un beso!” (Gustavo Adolfo Bécquer).
Enumeración: acumulación de palabras para concretar cierta descripción, de lugar, un objeto, un estado de ánimo o cualquier otra:
“El sosiego, el lugar apacible, la amenidad de los campos, la serenidad de los cielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del espíritu, son grande parte para que las musas más estériles se muestren fecundas” (Miguel de Cervantes).
Hipérbaton: alteración del orden normal de las palabras en un enunciado:
“Era del año la estación florida” (Luis de Góngora).
Paralelismo: repetición de una estructura:
“Los suspiros son aire y van al aire, / las lágrimas son agua y van al mar” (Gustavo Adolfo Bécquer).
Anadiplosis: repetición de la palabra final de un verso o sintagma al principio del siguiente. Si se dan varias anadiplosis seguidas hablamos de concatenación.
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
(Antonio Machado)
Epanadiplosis: un verso se inicia y acaba con la misma palabra.
Zarza es tu mano si la tiento, zarza,
ola tu cuerpo si lo alcanzo, ola,
cerca una vez, pero un millar no cerca.
(M.Hernández)
Perífrasis: rodeo para expresar algo que se puede decir de una manera más breve:
“Y a toda prisa entraba el claro día” (Amanecía) (Alonso de Ercilla).
Pleonasmo: se usan de palabras aparentemente innecesarias para intensificar la sensación que se pretende expresar:
“Temprano madrugó la madrugada” (Miguel Hernández).
Polisíndeton: reiteración o multiplicación de los nexos conjuntivos:
“Hay un palacio y un río,/ y un lago y un puente viejo” (Juan Ramón Jiménez).
Reduplicación: repetición inmediata de una palabra:
“Me voy, me voy, me voy, pero me quedo” (Miguel Hernández).
Recursos semánticos
Finalmente, este tercer grupo de recursos se organiza a partir de los significados de las palabras y de los juegos con el sentido que se puedan generar a partir de la combinación de distintas palabras en una frase o más:
Antítesis : contraposición de dos palabras o ideas de significado contrario:
“Y es justo en la mentira ser dichoso / quien siempre en la verdad fue desdichado” (Juan Boscán) y “Yo velo cuando tú duermes, yo lloro cuando tú cantas” (Cervantes).
Contraste: invocación a una persona o a un ser inanimado:
“Para y óyeme, ¡oh sol!, yo te saludo” (Espronceda).
Comparación o símil: relación de semejanza entre un término real y otro imaginado, aparecen unidos por una partícula:
“¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas / como el pájaro duerme en las ramas!” (Gustavo Adolfo Bécquer).
Epíteto: adjetivo explicativo, innecesario; destaca una cualidad que ya está implícita en el nombre al que acompaña; suele ir antepuesto:
“Por ti la verde hierba, el fresco viento, / el blanco lirio y colorada rosa” ( Garcilaso de la Vega).
Hipérbole: exageración de la realidad, destinada a engrandecer o empequeñecer:
“La cama tenía en el suelo y dormía por lado por no gastar las sábanas” (Francisco de Quevedo).
Ironía: afirmación de lo contrario de lo que se quiere dar a entender:
“El humor no nos hace felices pero nos compensa de no serlo” (Bernardo Ezequiel Koremblit).
Metáfora: identificación de dos términos, uno real yotro imaginario; se fundamenta en la semejanza entre ambos:
“Un pájaro vivía en mí. / Una flor viajaba en mi sangre. / Mi corazón era un violín” (Juan Gelman).
Metonimia: sustitución del nombre de una cosa por el de otra con la que guarda relación de proximidad: “Un Picasso” en lugar de
“un cuadro de Picaso”.
Sinécdoque: descripción de la parte por el todo o el todo por la parte:
“conceder la mano”.
Paradoja: contradicción aparente:
“No creo en Dios, pero lo extraño” (Julian Barnes).
Prosopopeya: también llamada personificación; es la atribución de cualidades humanas a seres inanimados:
“La noche llama temblando al cristal de los balcones” (Federico García Lorca).
Sinestesia: atribución de las cualidades propias de un sentido a otro:
“¡Qué tranquilidad violeta!” (Juan Ramón Jiménez) y “La esperanza es esa cosa con plumas” (Emily Dickinson).
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